No se a vosotros, pero a mi me encantan los postres que saben a flores. A ver, también me vuelven loca los clásicos chocolate, vainilla, limón etc...Pero los pasteles que cuentan con rosas, violetas o jazmínes entre sus ingredientes, me parecen de lo más delicado y chic que se le puede pedir a un dulce!
Mi receta la verdad es que de chic tiene muy poco, por no decir nada, ya que la base es la humilde pero súper-socorrida receta de bizcocho de yogur, en la que se usa el vasito para medir todos los ingredientes. Pero esta vez quise añadirle un toque especial introduciendo el agua de rosas entre los ingredientes, y combinando su aroma con el de las almendras.
BIZCOCHO DE ROSAS Y ALMENDRAS
1 vasito de yogur natural
2 vasitos de azúcar blanco
3 vasitos de harina
1/2 vasito de aceite de girasol
3 huevos
1 cucharada de levadura en polvo
80 gr de harina de almendras
1/2 vasito de leche
1 cucharadita de agua de rosas para uso alimentar
1 puntita de colorante para alimentos rosa
Trabajamos los huevos con el azúcar y el yogur, después agregamos la harina tamizada con la levadura, alternándola con el aceite. Dividimos esta masa entre dos, una parte más grande (2/3 aproximadamente) para el sabor almendras (que es más delicado) y una más pequeña para el sabor rosa (más intenso). Bueno, yo decidí repartir así los sabores por cuestión de equilibrio, para evitar que el perfume fuerte de las rosas cubriese el de las almendras...pero cada uno lo puede adaptar a su gusto. En la parte más grande (en este caso) añadimos la harina de almendras y la leche y mezclamos bien. En la otra agregamos el agua de rosas y el colorante. En un molde rectangular vertemos la masa blanca, y luego vamos agregando la rosa a cucharadas. Horneamos durante unos 45 minutos aproximadamente, hasta que un palillo no salga limpio de la tarta. Dejamos enfriar y espolvoreamos con azúcar glás.
En esta foto no se aprecia mucho la parte rosa...en las siguientes rebanadas había más, y creaba un bonito efecto "marmol rosa"...pero nos las comimos sin pensar en sacar fotos! Es lo que pasa cuando un bizcocho está así de bueno! El perfume de este bizcocho es sorprendente, y el sabor delicado pero original. Me quedé muy satisfecha con la combinación de almendras y rosas.
Mi molde rectangular es bastante pequeño (así como mi horno...snif...) así que me sobró un poco de masa que aproveché para hacer estos mini-cakes, que quedaron muy monos.
Este bizcocho me parece muy femenino, ideal para una tarde de té con las amigas, ahora que los días empiezan a hacerse grises y más fríos. Así que aprovecho para compartirlo virtualmente con todas las blogamigas que este mundillo de páginas y recetas me ha llevado a conocer. Muchas gracias por vuestros comentarios y por ser siempre fuente de inspiración para mi!
Mille baci!
Sara