viernes, 21 de febrero de 2014

Los cupcakes de arándanos más dulces (y la razón por un repentino cambio hacia el azul)

La receta que os presento hoy es tan sencilla que a mi casi me resulta conmovedora. Se trata de unos cupcakes en delicados tonos pastel rellenos de jugosos arándanos frescos. Y si os preguntáis que pasó con mi afición por el rosa, pronto tendréis la respuesta (después de la receta)!


THE SWEETEST BLUEBERRY CUPCAKES (salen unos 18)

1 taza y media de harina
1 taza de azúcar
½ taza de yogur natural
¼ taza de aceite de girasol
3 huevos
la piel rallada de un limón
150 gr de arandanos frescos
1 cucharadita de levadura en polvo

Para la cobertura:
200 ml de nata de soja para batir
una cucharadita de azúcar glas
una puntita de colorante alimentario en pasta azul

sprinkles al gusto


Trabajamos los huevos con el azúcar, luego añadimos el yogur, el aceite y el limón. Agregamos poco a poco la harina tamizada con la levadura. Para terminar añadimos los arándanos bien limpios. Rellenamos las cápsulas para cupcakes (ya preparadas en el molde correspondiente) hasta 2/3 de su capacidad. Horneamos a 160 grados durante unos 15 minutos, o hasta que pinchandoles con un palillo este no salga limpio. Dejamos enfriar unos minutos en el mismo molde antes de pasar los cupcakes a una rejilla. Solo decoramos una vez completamente fríos.


Mientras podemos preparer la cobertura. Yo esta vez usé nata de soja montada, porque me apetecía algo más ligero y saludable que el buttercream. Tras batir la nata con un poco de azúcar glas la he dividido en dos partes y he teñido una con un poquito de colorante azul. Para darle el efecto “doble color” he preparado una manga con una boquilla 1M, y a parte he rellenado dos mangas más (sin boquilla, con la punta cortada), una con la nata blanca y la otra con la azul. He puesto las dos en la primera manga (la que llevaba boquilla) y listo!


Ricos ricos, como las cosas sencillas. Dulces, como el sentimiento que me llena desde hace casi 5 meses, en cuanto supe que una nueva vida estaba creciendo dentro de mi.


Ahora mismo me siento como una tarta rellena de amor y gratitud, con una cobertura de felicidad que llega hasta las nubes, allí donde se encuentra mi cabeza todo el rato, desde que esta maravillosa aventura empezó. Es increíble como algo tan natural pueda hacerte sentir tan especial. Gracias a mi hombre grande y a mi hombre pequeño, por todo este inmenso amor.
Sara